Dos en uno en el amor...

En esta entrada, vamos a analizar dos métodos de enseñanza a raíz de la película “El amor tiene dos caras”.  Para ello, es necesario desarrollar sus elementos del curriculum y así llegar al modelo de enseñanza aprendizaje usado en dicha obra.

En el primer fragmento observamos que es un ámbito formal, pues se desarrolla en una universidad. 

El profesor (el formador de nuestro método) da clases de matemáticas, de espaldas a sus alumnos, por lo que existe una comunicación en una sola dirección. Este, no muestra mucho interés en la atención de sus alumnos. 

Sus alumnos son un grupo de destinatario homogéneo, con necesidades y expectativas uniformes (todos están en la clase de matemáticas con el deseo de aprenderlas). 

Como vemos, el contenido (que es lo principal en este nuestro modelo) es el conocimiento en sí que se está explicando. Mientras que su objetivo es informar y transmitir el contenido tal como es. Es reconocido por todos, que no se logran ninguno de los dos. 

Por otro lado, la metodología a la que se recurre es a una clase magistral y los recursos a usar son los conocimientos del profesor, la pizarra y los manuales. Presuponemos, que la evaluación es a través de ejercicios de control o exámenes. 

Tras el análisis de este primer vídeo, podemos afirmar que hablamos del método ACADEMICISTA. 

Como el amor, todo tiene dos caras...

 

En el segundo fragmento de película observamos también que es un ámbito formal, pues se desarrolla una clase de literatura en la universidad; pero nos encontramos una situación totalmente distinta a la del primer vídeo. 

Podemos atribuir dicho mérito a la profesora (la formadora de nuestro método), pues ha sido a través de la relación que hay entre ella y sus alumnos. 

El grupo destinatario es el eje del método, pues el educador intenta tener en consideración sus características, en el que podemos identificar un trato individual, pues los conoce. Es capaz de llamar a sus alumnos por su nombre. 

Su metodología es dinámica y existe la comunicación multidireccional. En lo referido a los contenidos, la formadora quiere transmitir su materia a los alumnos, pero de un modo que despierte un real interés sobre la materia; por lo que fomenta la opinión personal y la capacidad de justificación. El único recurso que usa es así misma y sus propias dinámicas para poder conseguir el objetivo ya nombrado. El método de evaluación no se muestra en este vídeo. 

Tras el análisis del segundo vídeo, podemos afirmar que hablamos del método HUMANISTA.

DIFERENCIAS DE LOS MODELOS ACADÉMICOS 

En el método academicista podemos observar que la programación es objetiva, con el fin de dar todo el contenido de la materia y poder evaluar. El formador es distante e inflexible, por lo que es más estático y aburrido. 

En el método humanista podemos observar que el formador intenta crear un espacio cómodo y confortable para así conseguir que sus alumnos se interesen realmente por la asignatura. Sus clases suelen ser más dinámicas e interesantes.

SIMILITUDES ENTRE LOS MODELOS ACADÉMICOS

Observamos como similitud entre los dos modelos, que en ambos nos situamos en el ámbito formal de la universidad, y que el educador, se dirige a un grupo de alumnos con característica homogéneas.

             Como conclusión cito que ambos modelos son necesarios y en mi opinión, no todos los docentes se encuentran en situación de ejercer eligiendo ambos modelos. Depender del objetivo y de las cualidades del formador, es para mí, el criterio principal a la hora de “elegir” método.