Dije en clase que pena, y me
preguntaron pena ¿Por qué? Intentaré explicarlo.
Pena porque odio las despedidas. En verano por ejemplo, cuando termina
mi trabajo (Monitora de Ocio y Tiempo Libre) en campamentos de verano; incluso
evito la situación yéndome un poco antes que todos. Pero hay veces que es
inevitable despedirse.
Y me da pena porque pienso que no he aprovechado todo lo que podía
estas clases, este mi querido blog (que va a seguir vivo si es posible) y los
conocimientos del formador. Esa profesional que siempre tuvo una palabra
adecuada para mí, incluso cuando me agobié o pensé en tirar la toalla (ahí estaba
su lado Humanista dando la cara) pero siempre manteniendo una distancia que
sólo los mejores profesionales saben mantener. Conseguir captar la esencia de
una clase es complicado, más aún cuando cada uno cree tener la verdad en su
respuesta. No me creo con capacidad de
evaluar la asignatura ni el profesorado, pero ante la imposición y necesidad de
ello, me implico al cien por cien en la tarea.
Yo, como integrante del grupo destinatario y hablando por mí, me he
encontrado muy a gusto en esta asignatura. El día que tuve miedo tuve un gran
apoyo llamado Salva que fue en ese momento mi equipo, el mismo que a veces me
invita a saltarme clases y el que me dice que atienda cuando estoy distraída.
Podría comentar algo de toda la clase, pero no me iré por las ramas. Yo como
sujeto del grupo destinatario he aprendido mucho de didáctica, cosas que ya
había aplicado en mi trabajo y que aplicaré en un futuro en mis campamentos.
Ahí donde yo me siento segura, donde me muevo sin miedo. A pesar de todo, me he
sentido valorada en las clases y EPDs pues he podido hablar libremente.
Respecto al objetivo podemos considerar varios como tal. Para mí un
objetivo muy importante era conseguir o adquirir la madurez social suficiente
como para tener constancia en la tarea de escribir. Puedo decir que aunque en
mi no se haya cumplido esa constancia, es una idea que he conseguido
interiorizar (tal vez algo tarde) pero que intentaré aplicar a partir de ahora.
No puedo dejar todo para el último día, pues algún día no me dará tiempo a todo
en el último día y ahí llegará el verdadero problema.
Si el objetivo intrínseco era madurar, conseguido está. Hay que
priorizar, madurar, priorizar, madurar… ¡Es un proceso de ENSEÑANZA APRENDIZAJE!
Jajaja.
Me da alegría despedirme así, porque con lo poco que me gustan las
despedidas, suena sólo como un hasta luego. Siento una vez más la acumulación
de tarea hacia ti Almudena. Espero no abandonar este mi blog, nunca pensé que
llegaría a quererlo tanto :)
Al fin y al cabo, tu vida empieza hoy si quieres…
Gracias por la mención! pero que sepas que no solo he servido para faltar a clase eeh!!jaja Muy buena la entrada y sigue así que ya queda poquito para acabar los examenes! un beso!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar