Lo del favor por favor ha tenido éxito, por mi madre, porque ella fue mi valiente. En cuanto a mí, no sé, creo que hay personas
que tienen miedo o algo, pero las cosas pueden ser distintas. En realidad el mundo, no es exactamente una
mierda, aunque supongo que es duro para aquellos acostumbrados a que las cosas
sean como son aunque sean malas. Y no quieren cambiarlas, se dan por vencidos,
y entonces se sienten como perdidos… Extraído de la película Cadena de Favores.
Sin darme apenas cuenta, olvidé a
aquella gran personalidad llamada José Gimeno Sacristán y a comentar su modelo. Nadie me ha dado la
autoridad ni la confianza para tutearle, pero a su modelo sí, por ello, esto
será un cara a cara entre la socio-criticidad
(vaya palabra digna de la RAE) y yo.
Bendito modelo, tienes en cuenta
muchas cosas que son importantes. En ti influye (y mucho) el contexto y proyectas tu
diseño curricular según las demandas socioculturales (esto es un puntito a tu
favor).
El grupo de destinatarios son el
eje esencial de tu curriculum, ellos tienen igual que tú necesidades formativas
y de emancipación además son muy participativos en el entorno. Ellos a través
de ti, luchan contra la desigualdad y la marginación.
Los objetivos que planteas son
coherentes pero implican gran capacidad de concienciación, análisis crítico y
poder desarrollas estrategias alternativas (entre otros mecanismos).
La metodología que aplicas es
conocida como “hacer grupo”, incluso ejerces “presión” de acuerdo con tus
intereses e ideologías. Los contenidos
son un instrumento para la adquisición
de las capacidades que facilitan el desarrollo.
No necesitas muchos recursos,
solo saber bien que temas tratas y conocer todo sobre ellos.
El método de evaluación lo eliges
con tu grupo de trabajo, y siempre buscas estrategias de intervención
alternativas.
El formador de tu método debe ser
un buen animador socio-político, con
capacidad de “manipulación” capaz de encontrar el impacto social del grupo.
Una vez que he analizado tú
modelo, me dispongo a volver a crear un cierto distanciamiento para analizar
sólo por encima la intervención de D. Gimeno Sacristán.
Fue para mí, de gran interés
poder asistir a una ponencia tan reconocida y de interés. ¡Qué mejor modo de
explicar un método, que con el padre del mismo! No quiero entrar a criticar
sobre si sus respuestas fueron adecuadas, pues no me veo capacitada para ello,
mi opinión sobre un pensador así ya la di en clase. Si es cierto que voy a
destacar ciertos contenidos de la lectura: ¿QUIEN FRACASA CUANDO HAY FRACASO
ESCOLAR? Por Don José.
El fracaso escolar existe.
Sabemos qué variables están asociadas a
él. También sabemos quiénes son los que
fracasan. Lo que no sabemos y no podemos
aceptar es que el fracaso escolar es inevitable.
El fracaso escolar es el fracaso
académico. Se presenta como una especie de derrota del sujeto en las instituciones escolares,
cuando en realidad es un fracaso
académico. Un fracaso académico con graves consecuencias. En la medida en que hemos reducido el derecho a la
educación al derecho a la escolaridad,
al fracasar en la escolaridad se fracasa en la realización del derecho a la educación. Al no cumplir los
requisitos que plantea la concreta concepción actual de la escolaridad, algunos
individuos fracasan i les queda cercenado
el derecho a la educación.
Como, para mí, el derecho a la
educación es un valor prioritario y ese bien es
superior a las dificultades que
en la escuela puede encontrar el estudiante,
resulta que hay que desbordar el concepto de fracaso escolar o las instituciones que lo producen y que niegan el
derecho a la educación. Especialmente en
el ámbito de la educación obligatoria que es el territorio al cual me refiero en el discurso que estoy
utilizando. En este ámbito, el fracaso escolar
es la negación al alumno a poder seguir beneficiándose del derecho a la
educación.
P.D: Todo quedó dicho de este
gran método, que hemos podido vivir en primera persona. Que ningún método se
nos vaya de las manos o sin quererlo podremos quedar como personas arrogantes o
difíciles de tratar. He dicho.
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